miércoles, 29 de noviembre de 2017

Autovudú autóctono

Más que grato el descubrir que mi paseo dominguero al museo desembocó en estar escribiendo un posteo en mi blog dedicado al arte. Como si fuese un acto reflejo, reflejo impostado, ya que desde el año anterior no publico nada.

La salida del domingo tuvo como objetivo, desde el vamos, Antología (1956-2015), la muestra retrospectiva de Lacy Duarte en el Museo Nacional de Artes Visuales. Cita obligada y en el barrio.  Lacy Duarte, nacida en 1937 en Mataojo, Salto, hoy fallecida, es una artista con un significado muy importante para mi y mi pasaje por el arte, por haber tenido la suerte de conocer y consumir su obra contemporáneamente lo que me brindó un caso donde identificarme y entenderme. A través de un relato de una historia personal y distinta a la mía pero que hablaba con signos reconocibles, familiares, que colocaban características de mi entorno en el lugar de poesía, de arte. 

Salgo de casa, a unos cientos de metros tengo la rambla. Vestida a todo sol, diversa, silenciosa y aprovechada por una gran cantidad de personas en una armonía al limite de parecerse mucho a una estampa de la revista "Atalaya". Cruzo el parque e ingreso al museo por su jardín. Renovado, vivo, con aroma cosmopolita.


detalle de una de las obras que integran "Antología",  Lacy Duarte, Uruguay.


La bienvenida a sala la da un texto de la artista donde resume sintética y efectivamente su obra. Su infancia y su pago representada por sus "ceibos" y sus "panes", así define a sus caballitos de madera y a sus muñecas, estan presentes en casi todos los momentos de la vida creativa de artista. En pintura, en objetos, en impresiones y en pequeños, en tamaño, cuadernos de artista cargados de intimidad. Estos ceibos y panes traspasan toda la retrospectiva, haciendo de la obra de Lacy Duarte un entero cuaderno de artista, donde las muñecas empiezan a ser sustituidas por la mujer y los caballos de juguete por jinetes.


"Ceibos y panes", oleo sobre tela, Lacy Duarte, 1996


Trapera, técnica mixta sobre tela, Lacy Duarte 2015

El carácter rural de sus tópicos están abordados desde una visión y vivencia personal, no desde un lado telúrico romántico. Entre ingenua y refinada, entre nostalgia y presente, el discurso de Lacy  tiene la intención de ilustrar y representar la cultura de esas miles de personas que no viven en la ciudad.

Otro concepto que plantea la artista es el valor curativo de su labor. Ella llama "venceduras" al producto fetiche resultante de vencer todo tipo de obstáculos mediante hacer arte. Formalmente las obras trasuntan esta  función de talismán, uno siente que esos objetos rústicos, a veces agresivos le fueron más que amables a su creadora.


detalle de una de las obras que integran "Antología", 
Lacy Duarte, Uruguay.

La muestra como retrospectiva es un homenaje obligado, y deja con muchas ganas de ver exploraciones no tan abarcativas sobre esta artista nacional, donde el estilo por sobre el objeto dispare en el espectador las interpretaciones. ANTOLOGIA (1956-2015), de LACY DUARTE, se exhibe hasta el domingo 5 de febrero en el MUSEO NACIONAL DE ARTES VISUALES. Abierto de martes a domingos de 14 a 19 horas. Tomas Giribaldi y Julio Herrera y Raissig, Parque Rodó, Montevideo.

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