jueves, 28 de febrero de 2013

Pragtige slawerny

Hay hoy en Montevideo en exhibición, dos importantes e imprescindibles obras realizadas con desechos. En la Bienal de Montevideo la obra del africano El Anatsui, que viene acompañada de su reciente repercusión internacional y la muestra de uno de los artistas uruguayos contemporaneos más importantes e influyentes, Ernesto Vila, en el Centro Cultural de España. Comparto aquí mis apreciaciones de cuando fui a ver la primera y prometo pronto posteo de la segunda.

La gigante obra del nigeriano Anatsui ocupa el centro, literalmente, de la sede central de la Bienal de Montevideo. Su acceso sensible no es el más fácil. La flanquea el sonido alto y molesto de un video arte, las contaminantes intervenciones hechas en ambas filas de las ex cajas del Banco República y una comparsa de lubolos en papel mache en tamaño real, obra que confieso no llegue a saber de sus intensiones por el acoso sobre mi contemplación de "Tiled Flower Garden". Jardín de flores embaldosados es una alfombra, sugerentemente plegada, de unos 12 metros de lado realizada con metal provenientes de latas de bebidas. Técnica y sentimiento se tejen para atrapar al espectador en un laberinto aparentemente homogéneo que resulta plagado de detalles, giros y sensaciones.

detalle de "Tiled flower garden", El Anatsui, Nigeria.

El arduo y minucioso trabajo me remite a pensar un reversionado del histórico africano esclavizado, esta vez por el arte.  Seguro es reduccionista mi asociación trabajo - África - esclavo, pero nunca va a pasar a ser un hecho menor las atrocidades ya cometidas y también es reducido el contacto cultural con sociedades africanas, más allá del reciente mundial de fútbol y las noticias bélicas de Egipto y Libia.

vista parcial de "Tiled flower garden"

Esta bella esclavitud (traducida por google al afrikaans como Pragtige slawerny) hace dudar si los motivos esclavizadores son en si diferentes, que relación hay entre la supuesta motivación de un artista contemporáneo y los valores sociales que llevaron a la opresión de unos sobre otros antaño.

Para acceder a esta alfombra de El Anatsui hay que pasar por debajo o bordear la escultura de la portuguesa residente en Nueva York, Gabriela Albergaria. Realiza un ser botánico digno del Doctor Frankenstein, mutilando y resumiendo árboles autóctonos y adoptados de la flora local.

detalle de "Untilted", de Gabriela Albergaria, Portugal.

La obra resulta algo fuerte y por momentos molesta, mas que por la mutilación infringida, por el carecer de señales que ofrezcan una lectura fuera de lo formal, quizás sea parte de la propuesta de la artista. El texto que acompaña la obra no despeja mi duda, sí la llama "objeto poético" luego de describirla como "archivo de flora contemporánea de la ciudad". Es ese carácter urbano que incluye una flora y no refiere a los habitantes de dicha urbanización lo que me aleja de disfrutar de la obra, y no el no tener certeza si se usó material reciclado o se cortó un árbol para su creación.

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